miércoles, 5 de noviembre de 2014

Biografia de Simón Rodríguez

Simón Carreño Rodríguez nació en Caracas el 28 de octubre de 1769, fue bautizado el 14 de noviembre de 1769 como un niño expósito (dicho de un niño, abandonado o cedido para su adopción a un orfanato), fue criado en casa del Sacerdote Alejandro Carreño, tomando su apellido y es conocido como Simón Carreño Rodríguez.

Simón Rodríguez también es conocido como el maestro y consejero del Libertador Simón Bolívar, conocedor de la sociedad hispanoamericana, fue pedagogo, pensador filosófico, escritor de obras de contenido histórico y sociológico.
Para mayo de 1791 con 21 años de edad, el Cabildo de Caracas le concede un puesto como profesor en la “Escuela de Lectura y Escritura para niños”, donde tiene la oportunidad de ser el tutor de Simón Bolívar.
En 1794 presentó un escrito crítico “Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas y medios de lograr su reforma por un nuevo establecimiento”.
Su participación en la conspiración de Gual y España en contra de la corona española en el año de 1797, lo obliga a dejar el territorio venezolano.
Viaja a Kingston, Jamaica, donde cambia su nombre a Samuel Robinsón, y después de varios años en los Estados Unidos, viaja a Francia en el año de 1801, ya para el año de 1804 se encuentra con el Libertador Simón Bolívar y juntos realizan un largo viaje por Europa.
Simón Rodríguez y el Libertador Simón Bolívar, son testigos presénciales de la coronación de Napoleón Bonaparte en Milán, como Rey de Italia y de Roma, también es testigo del juramento de Simón Bolívar sobre el Monte Sacro.
Entre los años de 1806 y 1823, se hospeda en Italia, Alemania, Rusia, Prusia y Holanda.
Ya para el año de 1823, regresa a América usando nuevamente el nombre de Simón Rodríguez, en el año de 1824 en Colombia establece la primera escuela taller.
Atendiendo el llamado de Simón Bolívar desde el Perú es nombrado “Director de la educación Pública, Ciencias, Artes Físicas y Matemáticas” y “Director de Minas, Agricultura y Vías Publicas” de Bolivia.
En el año 1826, establece una segunda escuela taller en Bolivia, pero el Mariscal Antonio José de Sucre, quien era presidente de Bolivia, no tenía buenas relaciones con él, por lo que Simón Rodríguez renuncio el mismo año, dedicándose el resto de su vida como educador y escritor, viviendo entre Perú, Chile y Ecuador.
Su trabajo titulado Sociedades Americanas, es muy importante en la necesidad de buscar soluciones propias para los problemas de Hispanoamérica y está dividido en varias ediciones publicadas en Arequipa (1828), Concepción (1834), Valparaíso (1838) y Lima (1842).
Otra obra de gran importancia es “El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de Armas” en 1830, un alegato sobre la lucha social que emprendía Simón Bolívar en esa época.
Simón Rodríguez murió en Amotape, Perú, el 28 de febrero de 1854, sus restos fueron trasladados desde el Panteón de Perú en 1954 al Panteón Nacional de Caracas, Venezuela.

Francisco de Miranda

 
Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez Nace en Caracas el 28 de marzo de 1750, fue un politico, militar, diplomatico, escritor, humanista e ideólogo venzolano , considerado «El Precursor de la Emancipación Americana» contra el Imperio Español. 

El 25 de enero de 1771, sin haber cumplido todavía los 21 años se embarca para España, con el propósito de servir en el ejército real, dando con esto inicio a un largo periplo que lo llevará a combatir en tres continentes: África, Europa y América; y, a participar en tres de los eventos más importantes de la historia universal contemporánea: la Independencia de los Estados Unidos, la Revolución Francesa y la Revolución de Independencia Hispanoamericana.

En 1772, con la obtención del Rey (Carlos III) de un puesto como oficial en el ejército español, dará inicio a una rápida y ascendente carrera militar que comienza como Capitán del Regimiento de Infantería de la Princesa. El año siguiente está de guarnición en las posesiones españolas del Norte de África y participa luego en la defensa de Melilla (1774-1775) contra las fuerzas del Sultán de Marruecos y en la expedición contra Argel (1775). Nombrado capitán del Regimiento de Aragón y Edecán del general Juan Manuel Cajigal, en 1781 acompaña a éste con las tropas españolas que refuerzan el sitio puesto a la plaza de Pensacola, ocupada por los ingleses en la Florida Occidental. Su conducta en la toma y capitulación de esta plaza en mayo de 1781, le valen ser ascendido a teniente coronel. Es en Pensacola, contexto de la independencia norteamericana, donde Francisco de Miranda concibe por primera vez la idea de una gran patria libre para Hispanoamérica, a la que llamaría poco después Colombia o Colombeia. En abril de 1782 participa en la expedición naval española que sale de Cuba para conquistar las islas británicas de las Bahamas. Como Edecán del general Cajigal negocia la capitulación de esas islas el 8 de mayo. De ahí se traslada a Cabo Francés (Haití), donde tendrá que enfrentar por primera vez, las denuncias e intrigas, que siempre rodearon su vida. Se le acusaba que en junio de 1781 había permitido la visita del general inglés Campbell a las fortificaciones de La Habana, por lo que es arrestado, y liberado gracias a su amigo Cajigal. De regreso a La Habana tiene que esconderse para no ser sometido a prisión, embarcándose hacia Estados Unidos (1.6.1783.) donde pasará 18 meses. Allí estudia el proceso norteamericano, frecuentando a prominentes ciudadanos como Jorge Washington, Alexander Hamilton, Thomas Paine y Gilbert M. de La Fayette; esbozando su primer proyecto de Independencia para todo el continente Hispanoamericano. En diciembre de 1784 se embarca a Inglaterra, siempre con el propósito de conseguir ayuda para sus proyectos independentistas. Sin embargo, el momento no es el más propicio y Miranda se dedicará a perfeccionar su cultura, que llegará a ser imponente. Miranda llegó a dominar 6 idiomas, y traducir del latín y griego. Con el tiempo construyó en su casa de Londres, una biblioteca conformada por más de 6.000 volúmenes, muchos de ellos representativos de la cultura del Siglo de las Luces (Diderot, Voltaire, Rousseau, Montesquieu, Locke, Hume).
Durante 4 años (1785-1789), emprende un largo viaje a través de Europa. Visita parte de Holanda, Prusia, casi toda Italia, Alemania, Francia, Suiza, Bélgica y Grecia. Pasa al Asia Menor y al Imperio Turco (Constantinopla). En Kiev, el 14 de febrero de 1787, es presentado a Catalina de Rusia que hace de él uno de sus predilectos y le autoriza a utilizar el uniforme del ejército ruso. En este período el gobierno de Madrid hace vigilar a Miranda, preparando su extradición. Para escapar a las persecuciones de la corona española, usa el nombre de Monseiur Meyrat. El 18 de junio de 1789 regresa a Inglaterra donde reanuda conversaciones con el Primer Ministro William Pitt, sobre la proyectada emancipación de Hispanoamérica, presentándole planes y estudios de operaciones militares en América. La indiferencia de Pitt ante sus planes, obligará a Miranda a buscar nuevos horizontes para la realización de su ideal independentista continental.
El 23 de marzo de 1792 llega a París, donde establece estrecha amistad con el alcalde de la ciudad, Jerónimo Petión. El 25 de agosto de 1792 es nombrado Mariscal de Campo del Ejército Revolucionario francés, cargo que acepta Miranda como medio para promover la causa de independencia hispanoamericana. En poco tiempo cosecha grandes éxitos militares. Al mando de una división, obliga a retroceder el 12 de septiembre de 1792, en las batallas de Morthomme y Briquenay, a las fuerzas prusianas; las cuales se retiraran de manera definitiva el día 20 del Campo de Valmy. En octubre se encarga como petición de Carlos Dumuriez de los ejércitos del norte. Acto seguido ocupa Amberes y toma el mando del ejército en Bélgica. Se ve obligado a levantar el sitio de la ciudad de Maastricht (Holanda). La derrota de Neerwinden (Bélgica) le obliga a retirarse. Estos reveses militares serán utilizados por Dumuriez, quien pensaba pasarse al enemigo (los austríacos) para acusarlo de traición ante Dantón y la Convención Francesa El 28 de marzo llega Miranda a París, para comparecer y enfrentar los cargos en su contra. No obstante, los hechos darán un giro inesperado, cuando la rivalidad entre girondinos y jacobinos lo lleven ante el Tribunal Revolucionario, ante el cual hace una magistral defensa que le permite evitar la guillotina y ser liberado el 13 de enero de 1795.
El 15 de enero regresa a Londres, donde reanuda sus gestiones con el primer ministro Pitt y el gabinete británico, así como con las autoridades norteamericanas para lograr la ayuda necesaria para la ejecución de su plan de operaciones en Hispanoamérica. Al no concretarse ni la ayuda británica, ni la norteamericana, emprende Miranda con la ayuda de algunos amigos una expedición a bordo del bergantín Leander (por el nombre de su primer hijo Leandro) el 2 de febrero de 1806 hacia Jacmel (Haití). En el puerto haitiano se unen al Leander las goletas Bee y Bacchus. El 12 de marzo es creada por Miranda la bandera tricolor (amarillo, azul y rojo). Desembarca en La Vela de Coro el 3 de agosto de 1806, toma el fortín e iza la bandera, lo cual hace también en la ciudad de Coro, pero donde no recibe el apoyo de los pobladores, retirándose ante la amenaza realista.

Biografia de Simón Bolívar

 
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios nace en Caracas un 24 julio 1783 cuando Venezuela era entonces una Capitanía General del Reino de España, en cuya población se respiraban resquemores por las diferencias de derechos existentes entre la oligarquía española dueña del poder, la clase mantuana o criolla, terratenientes en su mayoría, y los estratos bajos de pardos y esclavos. Pertenecia a  un hogar aristócrata por lo cual tuvo una excelente educación, a pesar de la muerte de sus padres, cuando tenía 9 años, pasaron al cuidado de su abuelo materno y posteriormente de sus tío Carlos Palacios; ellos velarían por la educación del muchacho, mientras la negra Hipólita, su esclava y nodriza, continuaría ejerciendo sus funciones de cuidado.
 Era el menor de cuatro hermanos y muy pronto se convertiría, junto a ellos, en heredero de una gran fortuna.
Entre los valles de Aragua y la ciudad de Caracas discurrió la infancia y parte de la adolescencia del joven Simón. Combinaba sus estudios en la escuela de primeras letras de la ciudad con visitas a la hacienda de la familia. Más tarde, a los quince años de edad, los territorios aragüeños cobrarían un nuevo significado en su vida cuando, por la mediación que realizara su tío Esteban, "ministro del Tribunal de la Contaduría Mayor del Reino" ante el rey Carlos IV, fuera nombrado "subteniente de Milicias de Infantería de Blancos de los Valles de Aragua".
Mientras esto sucedía, tuvo la suerte de formarse con los mejores maestros y pensadores de la ciudad; figuraban entre ellos Andrés Bello, Guillermo Pelgrón y Simón Rodríguez. Fue este último, sin embargo, quien logró calmar por instantes el ímpetu nervioso y rebelde del niño, alojándolo como interno en su casa por orden de la Real Audiencia; lo cual sería la génesis de una gran amistad. Pero ni esto ni aquello de la milicia fueron suficientes para aquietar al muchacho, y sus tíos decidieron enviarlo a España a continuar su formación.

Corría el año 1799 cuando Bolívar desembarcó en tierras peninsulares. En Madrid, a pesar de seguir sus estudios, el ambiente de la ciudad le seducía: frecuentaba los salones de lectura, baile y tertulia, y observaba maravillado la corte del reino desde los jardines de Aranjuez, lugar éste que evocaría en sueños delirantes en su lecho de muerte. Vestía de soldado en esos tiempos en los cuales España comenzaba a hablar de Napoleón, y así visitaba al marqués de Ustáriz, hombre culto con quien compartía largas tardes de conversación.
En una de ellas conoció a María Teresa Rodríguez del Toro, con quien se casaría el 26 de mayo de 1802 en la capilla de San José, en el palacio del duque de Frías. Mientras Bernardo Rodríguez, padre de la muchacha, decidía dar largas al compromiso, Bolívar los sigue hasta Bilbao y aprovecha para viajar a Francia: Bayona, Burdeos y París. Inmediatamente después de la boda se trasladan a Caracas y, a pesar de los resquemores que canalizaban los criollos a través de sus conspiraciones, Bolívar permanece junto a su esposa llevando una vida tranquila. Esto apenas duraría, sin embargo, pues María Teresa murió pocos días después de haberse contagiado de fiebre amarilla, en enero de 1803. Bolívar, desilusionado, decide alejarse y marcha nuevamente a Europa.
Los acontecimientos en Venezuela comenzaban a tomar aires de revuelta mientras el caraqueño Francisco de Miranda, desde Estados Unidos y las Antillas, preparaba una invasión que dibujaba la noción de Independencia. Ajeno a todo aquello, Bolívar se reúne con su suegro en Madrid, para trasladarse a París en 1804. Napoleón no tardaría en declararse emperador de Francia. Este último había organizado una clase aristócrata, hallada entre la burguesía, que se reunía en los grandes salones a los cuales asistía Bolívar en compañía de Fernando Toro y Fanny du Villars.
El todavía joven Bolívar, especie de dandy americano, se contagia poco a poco de las ideas liberales y la literatura que inspiraron la Revolución Francesa. Era un gran lector y un interlocutor bastante interesado en la política de la actualidad. En esos tiempos conoció a Alexander von Humboldt, expedicionario y gran conocedor del territorio americano, quien le habla de la madurez de las colonias para la independencia; "lo que no veo (diría Humboldt) es el hombre que pueda realizarla".
Simón Rodríguez se hallaba en Viena; Bolívar, al enterarse, corrió en su búsqueda. Posteriormente el maestro se trasladó a París, y en compañía de Fernando Toro emprendieron un viaje cuyo destino final era Roma. Cruzaron los Alpes caminando hasta Milán, donde se detuvieron el 26 de mayo de 1805 para presenciar la coronación de Napoleón, a quien Bolívar admiraría siempre. Después Venecia, Ferrara, Bolonia, Florencia, Perusa y Roma. En esta última ciudad se produjo el llamado Juramento del Monte Sacro, en el cual, en presencia de Rodríguez y Fernando Toro, Bolívar juró "romper con las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español".